El pasado 17 de septiembre Maria y Eduard se casaban en la Masía La Garriga de Castelladral después de haber aplazado hasta dos veces su boda a causa de la pandemia. “Fue muy duro, lo tienes todo listo, pero las circunstancias no eran las ideales. Fue la mejor decisión. Finalmente, pudimos disfrutar de nuestro día, más tarde de lo previsto, sin tener que cambiar nada”, comenta Maria.
Enseguida sintieron que su lugar ideal era esta masía, por la magia del bosque, las vistas privilegiadas a la montaña de Montserrat y la calidez de sus propietarios.
La pareja, residente en el Reino Unido desde hace más de 8 años, imaginó una celebración que reflejara por un lado sus raíces catalanas y, por otro, su influencia inglesa.
“Estuvimos en dos bodas de amigos antes que la nuestra, una en Barcelona y otra en Inglaterra. De ambos cogimos inspiración. La boda inglesa fue más formal, elegante y llena de detalles, y la de Cataluña fue más una fiesta, donde la música y la comida eran primordiales. Quisimos juntar ambas ideas, deseábamos una boda llena de flores blancas, sencilla y elegante, y al mismo tiempo que también fuera una gran fiesta”, recuerdan.
Durante los preparativos había una vela perfumada de rosas blancas. “Esta vela es una tradición inglesa, se enciende mientras la novia está en la habitación preparándose y, pasado el tiempo, cuando la vuelves a encender su olor te transporta a aquel día”, cuenta Maria.
La ceremonia tuvo lugar en el bosque de la masía, “el sitio donde se celebra la boda es perfecto, el posicionamiento es muy estratégico. Cuando entré vestida de novia, no vi a Edu hasta el momento que llegué al pasillo de entrada, y toda la caminata hasta allí fue muy especial”.
Su historia de amor nace en Barcelona y rodeada de libros. Se conocimos en 2011, en la biblioteca de la universidad donde él estudiaba y ella realizaba sus prácticas. Coincidieron meses más tarde en una fiesta de Fin de Año y se enamoraron.
“En 2013, ya hacía 1 año y medio que estábamos juntos. Él se fue a Inglaterra a hacer un máster. Estuvimos un año separados y nos echábamos de menos todos los días. Luego le ofrecieron hacer un doctorado allí, y como yo no tenía un trabajo estable en Barcelona, decidimos embarcarnos en la aventura de irnos y empezar a vivir juntos en UK. Tenía que ser sólo por 3 años, ¡y ya llevamos más de 8!”
Otra tradición inglesa que incorporaron es que los discursos no se realizan durante la ceremonia, sino después de la cena. Los mejores amigos del novio en Inglaterra, Terry y Adam, decidieron sorprenderlos con un “speech” y hablaron con sus amigos para que los tradujeran mientras hablaban, y así todo el mundo pudo entenderlos. Fue un momento muy emocionante.
Espacio: Masia La Garriga de Castelladral– Vestido de la novia: Rosa Clarà – Vestido del novio: La Creadora – Florista: La Magnòlia – Fotógrafa: Marta Clotet Photgraphy – Hair: Sílvia Burgos – Make up: Rituals Je t’aime – Técnico de sonido & DJ: Parentesis – Iluminación: Your Happy Day
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